La transformación digital es un fenómeno que está cambiando el panorama empresarial en todo el mundo. En España, la empresa MasOrange ha sido una de las principales protagonistas de esta revolución. Sin embargo, recientemente ha surgido una controversia debido a la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 745 empleados de la compañía.
El compromiso de MasOrange con la digitalización
MasOrange se posicionó en el mercado gracias a un ambicioso plan de inversión y un compromiso con el mantenimiento de empleo. Esto fue suficiente para que el Gobierno diera su visto bueno a la creación de la empresa. Pero ahora, con el anuncio del ERE, surgen interrogantes sobre la continuidad de estos compromisos.
Las condiciones del ERE y el plan de recolocación
Ante la noticia del ERE, MasOrange ha propuesto un plan de recolocación para los afectados. La particularidad de este plan reside en que no tiene límite temporal y será gestionado por la empresa Right Management, perteneciente al grupo Manpower. Este plan va más allá de las condiciones que establece el Real Decreto 1483/2012, que regula los procedimientos de despido colectivo y de suspensión de contratos y reducción de jornada.
Un plan de recolocación sin límite de tiempo
El plan de recolocación ofrecido por MasOrange se dirige al 100% de las personas que se adscriban a él. No tiene límite de tiempo, lo que supone una mejora en comparación con lo establecido en la legislación vigente. La ley obliga a un mínimo de 6 meses de duración del plan, pero la compañía propone un mínimo de 9 meses, y hasta 12 meses para los mayores de 45 años. Pero lo más destacado es que este plan no finalizará hasta conseguir resultados de recolocación, independientemente del tiempo que esto suponga.
El papel del Gobierno en la digitalización
Ante esta situación, el sindicato CCOO ha solicitado una reunión urgente con el Ministro de Transformación Digital, Óscar López. El objetivo es que el Gobierno revise si el ERE presentado por MasOrange cumple con los requisitos que se aprobaron para el desarrollo de la digitalización en España y que impedían la destrucción de empleo. Esta revisión es esencial para garantizar que el camino hacia la digitalización no se haga a costa de los trabajadores.
En conclusión, el caso de MasOrange pone de manifiesto la necesidad de un equilibrio entre el avance tecnológico y el respeto a los derechos laborales. La transformación digital es un proceso necesario e inevitable, pero es esencial que se lleve a cabo de manera justa y equitativa.


