Laberinto de las Etiquetas de Alimentos: Un Desafío para los Consumidores
En la actualidad, los consumidores se encuentran inmersos en un laberinto de etiquetas de alimentos. Desde declaraciones y logotipos hasta eslóganes, etiquetas y puntuaciones, hay una multiplicidad de elementos que pueden resultar confusos e incluso engañosos.
El Rol de las Etiquetas en los Alimentos
Las etiquetas de los alimentos tienen como función principal proporcionar información sobre su contenido y propiedades. Sin embargo, no es extraño que también se utilicen como una estrategia de marketing para aumentar el atractivo de los productos, destacando supuestos beneficios como ser saludables, ecológicos o libres de gluten. Pero esto puede llevar a una serie de confusiones y malentendidos para el consumidor.
El Problema de las Declaraciones Nutricionales y Propiedades Saludables
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los consumidores es al uso de declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en productos que contienen altos niveles de grasa, azúcar o sal. Así, nos encontramos con productos azucarados, como las barras energéticas, que se anuncian con «alto contenido en proteínas». Además, cada vez se exponen más a declaraciones de propiedades saludables no reguladas sobre sustancias vegetales o «botánicas», aunque estas carezcan de pruebas científicas.
El Desafío de las Alergias Alimentarias y las Opciones Vegetarianas
En este laberinto de etiquetas, las personas con alergias alimentarias o que siguen dietas vegetarianas o veganas pueden encontrar dificultades. El etiquetado «excesivamente cauteloso» en materia de alérgenos y con indicaciones vagas como «puede contener», puede limitar la libre elección de productos. Asimismo, los vegetarianos y veganos se ven especialmente afectados al no estar regulado el etiquetado de estos productos.
La Falta de Armonización en los Distintivos Nutricionales
Los distintivos nutricionales en la parte frontal de los envases, como el sistema Nutri-Score, la batería NutrInform y la Cerradura, no están armonizados a escala europea. Esta falta de consenso sobre qué sistema de etiquetado debe utilizarse, junto con la coexistencia de múltiples sistemas con significados y finalidades diferentes, confunde más que orienta a los consumidores.
Las Etiquetas Voluntarias y el Blanqueo Ecológico
A esta problemática se suman las etiquetas, logotipos y declaraciones voluntarias que se utilizan para atraer a los clientes. Entre ellas figuran etiquetas «limpias» de determinados elementos, como los antibióticos, o con cualidades no certificadas como «fresco» o «natural», así como una amplia gama de alegaciones medioambientales que equivalen a blanqueo ecológico.
La Necesidad de Educación para los Consumidores
A pesar de estas dificultades, la educación de los consumidores no parece ser una prioridad. Las campañas de sensibilización sobre el etiquetado de los alimentos son esporádicas y los recursos asignados son limitados.
El Control y las Sanciones: ¿Son suficientes?
En general, los controles funcionan bien para los elementos obligatorios del etiquetado de los alimentos. Sin embargo, en lo que respecta a la información voluntaria, como las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables, o a las ventas de alimentos en línea, los controles son escasos o inexistentes. A esto se suma que las multas por infracciones no siempre son disuasorias, eficaces o proporcionadas.
En definitiva, navegar por el laberinto de las etiquetas de alimentos es un desafío para los consumidores. Es necesario un mayor control, una regulación más clara y una educación efectiva para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas y saludables.


